Mientras se crece se experimentan muchas situaciones que pueden comprometer tu estabilidad emocional. Los adolescentes son propensos a magnificar las emociones y exagerar las situaciones que viven. Po eso, lo que podría ser un problema sencillo de resolver puede volverse un torbellino de emociones que conlleven a la ira, repulsión y hasta depresión.
Identificar el comportamiento suicida en nuestros hijos puede ser difícil. Aunque hay muchas señales, estas pueden ser sutiles y a varios padres se les escapan por más pendientes que estén. Saber cuándo tu hijo necesita ayuda para lidiar con pensamientos suicidas o situaciones muy difíciles para él es algo complejo pero necesario de aprender si quieres ayudarlo a vivir una vida plena.
El comportamiento suicida es una acción destinada a lastimarse uno mismo e incluye los gestos de suicidio, intentos de suicidio y el suicidio consumado. En la ideación suicida existen pensamientos y planes de hacerse daño propio y a veces se logra la muerte.
El suicidio es muy poco frecuente antes de la pubertad y es principalmente un problema que se asocia con la adolescencia y a adultez. Es una de las principales causas de muerte de los jóvenes en países desarrollados como Estados Unidos.
Ahora bien, el comportamiento suicida se define como la preocupación o acción orientada a causar la propia muerte de manera voluntaria. Tú puedes tener un pensamiento de suicidio, conocido como intención, ideación o comportamiento o gesto. La tragedia de la muerte de un joven debido a la desesperanza o frustración abruma a la familia, amigos y comunidad. Un suicidio nunca es algo bueno ya que deja secuelas difíciles de superar.
Para los adultos, puede que sea difícil recordar cómo se sentía ser adolescente, atrapado en ese limbo en el que no eres un niño pero tampoco un adulto. Es tanto una época de infinitas posibilidades pero también de estrés y preocupación. El descubrimiento de la propia identidad sexual y la necesidad de independencia a menudo entran en conflicto con las reglas y expectativas que los padres puedan tener del joven.
Tantos problemas pueden hacer que el adolescente se deprima y termine con la idea del suicidio como su principal compañera por mucho tiempo hasta que la supera y la deja atrás o logra quitarse la vida. Los jóvenes con problemas de salud mental, como la ansiedad, depresión, trastorno bipolar o insomnio corren riesgos más altos de pensar en el suicidio. También son muy propensos al suicidio los adolescentes que pasan por cambios fuertes en la vida y aquellos que son víctimas del bullying.
El papel de los padres con los adolescentes es crucial para que la adolescencia sea una época maravillosa. Crear confianza con tus hijos de forma que se sientan cómodos compartiéndote lo que sienten es algo importante para que puedas ver a tiempo las señales de suicidio en caso de que se presenten. Observar y escuchar lo que dicen y hacen tus hijos es el primer paso para prevenir el suicidio y conductas agresivas hacia ellos mismos.
Las causas del suicidio son varias. No existe una causa común y universal por las que un adolescente puede llegar a suicidarse. Algunas de ellas son:
Los adolescentes que están sometidos a mucho estrés son propensos al suicidio. Desde pasar por una situación difícil en su casa como un divorcio, violencia familiar o problemas económicos hasta problemas académicos, de romance o competencia extrema en el deporte que practiquen, los adolescentes pueden sentirse abrumados al no saber cómo lidiar con lo que están sintiendo y por eso considerar el suicidio si la situación de prolonga por mucho tiempo. Puede que se crea que son situaciones sencillas y que los jóvenes solo hacen un escándalo de algo mínimo para llamar la atención. Pero no es así. La forma en la que los adolescentes conciben lo que está sucediendo es de una magnitud mucho más grande de la que un adulto lo puede percibir. Para ellos es algo serio lo que está sucediendo y por sienten una gran cantidad de emociones que no pueden manejar.
El amor es algo serio en los adolescentes. Puede aflorar actitudes nunca antes vistas en ellos y también puede hacer que vean el mundo de una manera distinta. Las relaciones de amor toxicas que puedan llegar a tener les hará sentirse como si su valor personal fuera mínimo e incluso pueden legar a crear dependencia de la pareja que tengan. Cuando todo termina, el fracaso de una relación amorosa puede ser un detonante para que varios adolescentes comiencen a pensar en el suicidio. El hecho de que un ser tan querido los deje hace que se sientan abandonados e incapaces de creer que alguna vez volverán a ser amados. Por eso, los padres deben estar pendientes de las relaciones amorosas que sus hijos tengan para saber acompañarlos de forma asertiva cuando terminen.
Ciertas palabras o actitudes que la familia cercana pueda tener hacia los adolescentes pueden hacer que se sientan tan mal al punto de que comiencen a pensar en el suicidio. Humillaciones en las reuniones familiares por la forma en la que se viste, baila o come un joven son cosas que le caen muy mal a los adolescentes y hace que se distancien y se aíslen de sus “seres queridos”. Esto principalmente sucede también cuando el joven quiere demostrar su sexualidad u orientación sexual y es rechazado.
La adolescencia es una etapa de muchos cambios, físicos y mentales. La mayoría se está graduando y tiene que pensar en la universidad y con eso viene una presión muy grande. No saber si serán capaz de llenar las expectativas de tu familia, maestros y amigos hace que los adolescentes se agobien y se centren en un cuadro de tristeza en el que sienten que no son suficientes.
Problemas de la mente como el trastorno bipolar o la ansiedad pueden hacer a los adolescentes propensos a pensamiento suicidas de formas más rápida que uno que no los tenga. El hecho de que su mente siempre está en constante preocupación hace que sus sentimientos se intensifiquen y quieran quitarse la vida ya que no saben cómo manejar lo que están sintiendo y las situaciones que están atravesando.
Los padres ocupan una posición importante en el momento de identificar las señales de advertencia que un joven da relacionadas al suicidio. Los niños y adolescentes con frecuencia solo confían en sus compañeros para hablar de algunas cosas ya que sienten que sus padres los juzgaran y los reprenderán. Lo primero que debes hacer es tratar de derribar esa barrera para que la confianza fluya entre las dos partes.
Otras opciones como los padres pueden ayudar a los niños es buscandoles ayuda de un profesional. ayuda sicológica con un profecional puede ser muy efectiva ya que los niños se pueden desahogar al hablar con alguien que ellos saben que no los va a juzgar y estará allí para ayudarlos.
El pediatra de tu hijo puede recomendarte con al gun sicólogo. También puedes llamar a tu aseguro de salud y pedirl una lista de los sicólogos en tu comunidad. El internet puede ser otra manera para buscar sicólogos en tu area.
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